Campaña de recaudación para el Aula agroecológica "Por la vida en el Planeta"

Estamos iniciando una campaña de recaudación para el Aula agroecológica "Por la vida en el Planeta", que funciona dentro de la finca agroecológica "salvaremos el futuro", en el Escambray Villaclareño, Cuba.

El aula surge a partir de una serie de talleres para la reflexión y promoción de prácticas agroecológicas y cuidado del medio ambiente que se viene realizando desde mediados de los años ´80 con niñ@s de las escuelas aledañas (de las localidades de Boquerones y La Herradura) y  campesin@s de la Cooperativa de café de la zona. 

La idea de construir un aula apuntó a lograr un espacio específico para profundizar la reflexión en estos temas, dar cobijo a la biblioteca-videoteca, así como fortalecer y difundir mas ampliamente el trabajo de preservación de los bosques y fuentes de agua en el macizo montañoso del Escambray que se lleva adelante.

Para que este proyecto siga creciendo estamos juntando materiales escolares, biografía afín al tema y dinero para materiales de construcción. En los próximos días publicaremos una lista de los lugares donde se hara el acopio en San Cristóbal. Si quieres apoyar el aula y no estas en San Cristóbal escríbenos a koman.ilel@gmail.com para coordinarnos. ¡Muchas gracias a tod@s por su apoyo!

Saludos desde Cuba a las comunidades en resistencia de Chiapas


Familia González Beltrón - Rodríguez. Finca agroecológica "Salvaremos el futuro", Veguitas, Manicaragua. Villa Clara.




Saludo desde el Escambray a las comunidades en resistencia de Chiapas 




Saludo de Silvio Rodríguez a las comunidades autónomas de Chiapas


Aula agroecológica "Por la vida en el planeta"

Genaro, el cojo, coordina desde hace muchos años (desde la década de los ´80, incluso antes de tener la finca) un círculo de interés con niños/as de escuelas primarias de la zona, en los que se reflexiona acerca del medioambiente y se hace énfasis en la necesidad de cuidar los bosques y el agua en la montaña. Asimismo se promueve el interés de los/as niños/as participantes por la producción agrícola desde la agroecología. Varias generaciones de niños/as -hoy adultos/as-, que han pasado por estos espacios se han incorporado al trabajo en el campo desde la agroecología.

Para continuar y potenciar esta tarea, Genaro y su familia decidieron destinar una habitación contigua a su casa (hasta entonces utilizada como depósito de granos y herramientas), para la construcción de un aula destinada específicamente a la difusión y promoción de la agroecología y el cuidado del medioambiente en las lomas del Escambray. 

El 9 de diciembre de 2011 inauguramos el Aula Agroecológica “Por la Vida en el Planeta” como broche de oro de nuestra rica experiencia de intercambios, reflexiones y convivencia. En la inauguración participaron maestros y niños/as pioneros/as de las escuelas primarias de Boquerones y La Herradura, participantes y coordinadores/as del PIAL, toda la familia, vecinos/as y amigos/as, en total, alrededor de cincuenta personas.





Construcción e inauguración del aula agroecológica “Por la vida en el Planeta” en la Finca “Salvaremos el futuro”, Veguitas, Consejo Popular Jibacoa. 1.- Repellado 2.- Pintando 3. -Frente terminado 
4.- Inauguración con los/as niños/as de las escuelas 5.- Tareas del círculo de interés 6.- Participantes en la inauguración 








El ciclo del café

Ciclo del café para el autoconsumo (A) y comercialización (B): 1.- recolección 2.- café maduro 3.- primera selección 4.- selección manual 5A.- secado 6A.- pilado 7A.- tostado 8A.- molido 9A.- consumo / 5B.- transporte 6B.- procesamiento en planta

Cotidianidades en el Escambray

1.- Manolo recogiendo cacao 2.- Ofelia desgranando maíz 3.- Yaisel arando 4.- Ofelia barriendo el patio 5.- Kiko sembrando lechugas 6.- Lenay y Blaza preparando comida 8.-  Genaro preparando la tierra para sembrar frijol

Una guataqueada familiar...

Osmany (42) y Odalis (38) tienen 4 hij@s, Olivia (18) que es estudiante de medicina y vive en Santa Clara, Ofelia (16) que está terminando la escuela secundaria, Omarcito (10) quien va a la primaria y Ochim (3), la princesita de la casa. La casa donde viven fue una "casa grande" de terratenientes en tiempos pre-revolucionarios. Dentro de la finca hay otra casa en la que vive la madre de Osmany con su pareja. Entre tod@s trabajan en la finca, donde tienen café, maíz, frijoles, hortalizas y vacas.

Todas sus producciones son orgánicas y fruto del trabajo colectivo de la familia. Además de satisfacer su autoconsumo, producen excedentes para vender o compartir con otras familias de la comunidad. Osmany se jacta de no necesitar nada de "la bodega" (tienda donde se despachan alimentos subsidiados por el Estado con la libreta normada) y reconoce que lo hace feliz poder alimentar a su familia y a otr@s con su propio trabajo.

 A la par de la habitación donde guardan las reservas de alimento, hay una biblioteca familiar con libros leidos, marcados y releidos. Así est@s particulares campesin@s intercalan entre sus cultivos reflexiones con citas de Marx, José Ingenieros o el Che.


Una guataqueada familiar
(con subtítulos en castellano, inglés y francés)


La finca forestal de Eusebia y Juan

Eusebia es originaria de Aguas Claras, tiene 48 años y hace 32 que está casada con Juan, de 55, con quien vive en Veguitas. Junt@s tienen dos hij@s; un varón, Nosleidi de 29 y una mujer, Gilian de 23. Juan fue obrero agrícola y dirigente durante gran parte de su vida, y en 1996 por la resolución N° 960 obtuvieron tierras bajo la forma de Finca Integral Forestal (FIF). Desde entonces se dedican a la producción forestal y de frutales, principalmente naranjas. 

Les visitamos varias veces, y casi siempre las pláticas rondaban en torno a los cambios que hubo despues del triunfo de la Revolución. Aquella vez la plática derivó hacia el periodo especial, los cambios en el campo, las resoluciones de entrega de tierra, la producción para autoconsumo y la (re)campesinización en las lomas, desde sus propias experiencias. 

Eusebia: Nosotros va a hacer quince años que nos mudamos aquí. Como a los dos años de estar nosotros aquí, dijeron que iba a ser una finca. Juan era técnico, y dijo “a pues si va a hacer una finca, me la cojo yo” [risas], y estamos dentro de la finca, una posición buena de la casa, porque no es lo mismo vivir lejos que dentro de la finca…  
Juan: estamos hablando del año´95 o´96… si porque ya después que empiezan estos años ya uno sabe que tiene la obligación de sembrar su comida, porque la idea de esta finca es eso, que el finquero se autoabastezca en la producción de alimentos, para él y para su familia, es un objetivo del Estado…  
Eusebia: si, porque antes del periodo especial no se sembraba nada, todo lo 
había, estaba todo fácil... los campos estaban por gusto, tu mirabas los campos y no veías nada. Todo se compraba en las placitas, unos mercados grandes con todo lo que tú quisieras…todo venia por el Estado...

Juan: en los´80, setenta y pico, aquí se vivía muy bien, muy bien, muy bien. 
Todo lo había, todo venia por la canasta, o lo encontrabas tú. El dinero no 
tenia tanto valor, ganabas poco pero las cosas estaban muy baratas. Antes 
era mas fácil, hoy las cosas están muy caras, hoy ganas mucho, pero esta todo 
muy caro, porque aquí hay muchas cosas que te vendían, que el Estado era 
quien subsidiaba eso… 
Eusebia: [por eso] nadie trabajaba, nadie… se vivía comprando. Y te lo 
digo por nosotros mismos, nosotros no sembrábamos ni nada. Nosotros 
estábamos trabajando pero en el café, sembrando café y eso, pero comida no se 
trabajaba. El periodo especial nos enseño mucho, que hay que luchar y 
sembrar. Y como nosotros, mucha gente, mucha, mucha… que antes no 
trabajaba directamente en el campo pero que a partir del periodo especial se 
puso a producir... después de todo, el periodo especial vino bien, porque la gente ya se adaptaron a sembrar y hoy hay siembra cantidad. Tu sales y pa´ donde quiera que ves hay siembra, todo el mundo tiene… es algo bueno que dejó, ahora no hay tanta crisis, estamos mejor. Hoy donde quieras hay frutas, y antes no… cada día hay mas comida. El periodo especial hizo algo bueno, yo creo que si el periodo especial no llega, ¿hasta dónde vamos a parar?... 

La finca forestal de Eusebia y Juan
(con subtítulos en castellano, ingñés y francés)


No hay que tener miedo...

Rafael, “Pitoli”, es el hijo mayor de Blaza y Genaro. Tiene 26 años, está casado con Lenay (20) y juntos crían a su preciosa hijita, Jennifer, de apenas 2 años. Pitoli daba clases en una secundaria local y Lenay había sido su alumna. Se enamoraron, se casaron y al poco tiempo nació Jenny. Vivieron un tiempo con Blaza y Genaro, pero desde hace casi un año se mudaron a una casa propia que están remodelando. 

Pitoli dejó de dar clases y pidió una finca, que le fue entregada por la resolución N° 259 en octubre de 2010. Cuando los visitamos, Pitoli se estaba recuperando de una intervención quirúrgica importante, por lo que no podía moverse mucho ni hacer esfuerzo. Por ello, su hermano menor Yaisel (16) (quién 
también figura como asociado de la finca) se estaba ocupando, junto con un grupo de personas, de recoger el café. Pitoli participó desde pequeño en los círculos de interés que daba el cojo, en la brigada juvenil campesina y ahora es un destacado miembro del MACAC. 

Pitoli: La finca la cogí el 25 de octubre de 2010, los papeles vinieron a los 8 o 9 meses de tener la finca. Como yo hay muchos jóvenes campesinos que han cogido tierras, con la [resolución] 259, hay veinte y pico, treinta campesinos nuevos; nuevos digo entre jóvenes y campesinos nuevos, que nunca habían trabajado la tierra. Yo decidí agarrar la tierra porque yo veo que es un medio fácil de producir, porque es muy bonito producir la tierra, y que me gusta producir varios cultivos, entre ellos el café y el plátano. Y agroecológicamente porque es un medio más sano de producir, y el producto llega mejor a la familia, como a los centros urbanos. La agroecología es un tema bueno para producir la tierra; además es muy bonito, porque tienes que aplicarle muchas técnicas; con el abono es nada mas regarle, sin embargo con el método agroecológico tienes que plantar barreras vivas, barreras muertas... de todo.

Bueno, aquí casi todo el mundo está participando del movimiento agroecológico campesino a campesino, es un movimiento de avanzada muy grande, grande, grande; aquí en la región es importante, hay muchos campesinos que son parte. La idea es participar, aprender, heredar algunas experiencias. También se busca tener una unión, que el campesino sea igual que el campesino de antes, que tenga sus tradiciones campesinas, que se vincule, que sean más humanos, que se relacionen mas, que se conlleve entre ellos ¿tú me entiendes?... entonces todos los campesinos se relacionan, casi todos los campesinos tienen una buena relación en esto. Es un modo de ayudar a la familia, es entretenido, con una vida sana, saludable… y se siente uno más feliz en el campo, más contento…

Pitoli No hay que tener miedo 
(Subtítulos en castellano, inglés y francés)



El patio de Esther y Lore

Esther tiene 48 años y dos hijas grandes. Nació en Manicaragua y vivió en La Habana durante un tiempo. Subió a las lomas a trabajar como auxiliar pedagógica en una escuela y se enamoró, del campo y de Lore, y se quedó a vivir en La Herradura. Lorenzo, Lore, es 3 años menor que ella, también tiene una hija, y es nacido y criado en el campo. 

Esther y Lore se juntaron de grandes y comparten la pequeña casa que Lore construyó con su padre años atrás. No tienen finca, pero tienen un gran patio y una pequeña parcelita donde producen una gran cantidad de hortalizas, arroz y frijoles. Además tienen algunos frutales y también crían conejos y gallinas que les proporcionan carne, huevos y dinero. 

Amb@s se ocupan de la cría de los animales, la siembra y cuidado de los vegetales, y a las tareas domésticas. Esther además produce vinagre casero y conservas que vende, junto con algunas hortalizas, a sus vecinos/as de La Herradura, o en Manicaragua cuando visita a su familia. 

En una de las tantas visitas que les hicimos  les pedimos que profundizáramos sobre como fue para ell@s el periodo especial. Una pizca de aquel jugoso relato ilustra la búsqueda de alternativas y la (re)campesinización como respuesta a la crisis alimentaria.

Esther: Durante el período especial, todo el que pudo busco una alternativa para tener una vida en el campo, porque la comida estaba escasa, imagínate ¡se encontraba más el dinero que la comida! Entonces, ¿qué pasó? la gente fue pa´l campo a trabajar. 

Ahora, ¿qué pasa?, todavía tenemos el bloqueo y eso, y estamos pasando una crisis bastante dura, pero se ve menos la necesidad de comida porque ya casi 
todo el mundo está cosechando. Todo el mundo está trabajando en el campo y 

tiene un pedacito de tierra y ahí siembra su poquito de arroz, su poquito de 

frijoles. 


Porque mira, nosotros somos un país chiquito y estamos pasando muchas necesidades, pero muchas, muchas. Nos hace falta de todo, entonces tú no te puedes cruzar de brazos a que te den las cosas, ¿Qué hay que hacer? Con lo poco que tenemos ponernos y producir, producir, producir. La crisis nos hizo virar pa´l campo y es como que hay más conciencia sobre las cosas, sobre el valor de las cosas.  Por ejemplo, yo consumo lo que produzco, me dan la de la canasta básica, más lo que yo siembro, y no tengo que estar pasando la necesidad de estar buscando, ni estarlo comprando caro ¿tú me entiendes?... con lo que siembro me sirve para abastecerme yo y puedo abastecer a una parte de la comunidad...


El patio de Esther y Lore
(subtítulos en castellano, inglés y francés) 


Las hortalizas de Kiko y Anay

Anay (41) y Kiko (43) viven en La Herradura, municipio de Manicaragua con su hijo menor, Danquiel de 8 años. El hijo mayor, Danly (22), es militar en una unidad cercana y duerme esporádicamente en la casa. Anay y Kiko están casados desde los 18 años de él y los 16 de ella; en 2011 cumplieron veinticinco años juntos.

Ellos no tienen finca, pero tienen una pequeña parcela en la casa en la que siembran principalmente lechugas, tomates, cebollas y col. También tienen frutales. Además de satisfacer su consumo, destinan una parte importante de lo que producen para la venta a la comunidad, fresco o en conservas. También siembran frijoles en una parcelita en Los Pretiles, principalmente para el consumo familiar. En la casa, además, tienen gallinas y puercos, generalmente al cuidado de Anay.

Kiko reparte su tiempo entre su trabajo como panadero (tres veces a la semana) y la siembra. Anay se dedica principalmente a tareas domésticas, la cría de animales y el cuidado del huerto.

En una de nuestras visitas, les preguntamos sobre el periodo especial y los cambios que eso había traído. Anay nos habló de algunos cambios desde su propia experiencia y la de sus padres, Gualo y Modesta, quienes viven en Veguitas. Kiko seguía atentamente la conversación, mientras echaba materia orgánica en un cantero para trasplantar lechugas. 

Anay: Mal, mal, mal, mal, muy mal… la limitación que había era tremenda, se conseguía poco las cosas. A partir de eso, hubo mucha gente que se ha volcado a la siembra, parece que la salida de la crisis ha sido hacerse campesino [risas]. Antes a ti no te hacia falta sembrar, pero hubo un paro en el país que no se conseguía de nada… en los 90 y se puso todo muy difícil. Kiko [señalando hacia su esposo] no sembraba, Kiko trabajaba en un taller mecánico, jamás y nunca había sembrado [risas]… mi papá tampoco sembraba, mi papá era arriero y ahora siembra; él trabajaba con los mulos y nos crió a nosotros sin sembrar. Él no era campesino, después que él se retiró, cuando empezó el periodo especial que empezó la cosa más a ponerse más difícil, fue que entonces empezó a sembrar. Ahora mi papá tiene su arroz, su frijol, su maíz, tiene vianda, tiene la leche, tiene la grasa… él va a la tienda a buscar lo que es la sal y la azúcar, lo otro lo produce él. 
También nosotros ¡aquí mismo! tenemos las gallinas, los puercos, las verduras, el frijol… no tenemos que ir a comprar al mercado. El dinero te alcanza un poquito más porque no tienes que gastar en tantas cosas. Por eso mucha gente, mucha gente se ha volcado a lo que es la siembra; porque dieron esta opción, entregaron tierra al que quisiera coger tierras. Tú pedías un pedazo de tierra para trabajarla y ellos [el Estado] te daban para sembrar para ti y para llevar al mercado, para venderle también a la gente de la ciudad. Mira, en definitiva el periodo especial hizo que la gente se volcara a la tierra a producir, y eso ha mejorado mucho su alimentación y ha mejorado también su economía...

Kiko ¡ya tenemos la ensalada de la comida! 
(subtítulos en castellano, inglés y francés)   


Las enseñanzas de "el cojo" - Primeros brotecitos de un proyecto en crecimiento


Necesitamos repensar nuestra relación con la tierra, con la naturaleza. La vida moderna nos ha enajenado del vínculo con la tierra. La agricultura moderna es una agricultura sin gente, sin amor ni respeto por la tierra. Hemos destruido nuestra relación filial con la madre tierra y eso puede costar muy caro. Estamos a tiempo de recomponer el vínculo con nuestro ambiente y restructurar nuestras formas de producción y reproducción de la vida.

A nuestro modo de ver los/as campesinos/as del Escambray representan una alternativa de producción y de vida que sienta las bases para la reconfiguración de las relaciones socio-ambientales, desde el respeto a la diversidad y la conciencia sobre la relación de interdependencia que une a todos los seres que habitan el planeta.
El objetivo de este video documental es contribuir a la dispersión de esas experiencias, saberes, pensares y sentires de los/as campesinos/as del Escambray. Sumar voces, ideas y corazones a los de otros/as tantos/as que participan en el intercambio fecundo de experiencias, lecciones y esperanzas entre las luchas que florecen en Nuestra América y el mundo, para fortalecerlas, hibridarlas y multiplicarlas.

Los/as campesinos/as con su terca resistencia y su obstinada contemporaneidad alternativa han ido recuperando la fertilidad de los sueños. Nuevas-viejas formas han ido germinando en las lomas del Escambray y hoy están dando sus frutos. Frutos que contienen semillas que nutren utopías y enraízan luchas por otras formas de vida. Semillas vitales que brotan bajo el sol de un nuevo paradigma de vida, se expanden desde una nueva conciencia y florecen como alternativas y esperanzas.

Una propuesta alternativa que puede enseñarnos algunos pasos para caminar nuestras luchas y hacer realidad nuestros sueños y utopías. Quizá no sea momento, todavía, de cosechar, pero sí de sembrar y compartir las semillas de esperanza.

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Aquí presentamos los primeros brotecitos de un proyecto en crecimiento. Esperamos que sus comentarios, críticas y/o recomendaciones puedan abonar este proceso, nutrir la experiencia y fortalecer el trabajo para que pronto pueda florecer el mensaje de esperanza que germina en el Escambray.




Video con subtítulos en castellano



Video con subtítulos en inglés – English subtitles




Video con subtítulos en francés - sous-titres français