Las hortalizas de Kiko y Anay

Anay (41) y Kiko (43) viven en La Herradura, municipio de Manicaragua con su hijo menor, Danquiel de 8 años. El hijo mayor, Danly (22), es militar en una unidad cercana y duerme esporádicamente en la casa. Anay y Kiko están casados desde los 18 años de él y los 16 de ella; en 2011 cumplieron veinticinco años juntos.

Ellos no tienen finca, pero tienen una pequeña parcela en la casa en la que siembran principalmente lechugas, tomates, cebollas y col. También tienen frutales. Además de satisfacer su consumo, destinan una parte importante de lo que producen para la venta a la comunidad, fresco o en conservas. También siembran frijoles en una parcelita en Los Pretiles, principalmente para el consumo familiar. En la casa, además, tienen gallinas y puercos, generalmente al cuidado de Anay.

Kiko reparte su tiempo entre su trabajo como panadero (tres veces a la semana) y la siembra. Anay se dedica principalmente a tareas domésticas, la cría de animales y el cuidado del huerto.

En una de nuestras visitas, les preguntamos sobre el periodo especial y los cambios que eso había traído. Anay nos habló de algunos cambios desde su propia experiencia y la de sus padres, Gualo y Modesta, quienes viven en Veguitas. Kiko seguía atentamente la conversación, mientras echaba materia orgánica en un cantero para trasplantar lechugas. 

Anay: Mal, mal, mal, mal, muy mal… la limitación que había era tremenda, se conseguía poco las cosas. A partir de eso, hubo mucha gente que se ha volcado a la siembra, parece que la salida de la crisis ha sido hacerse campesino [risas]. Antes a ti no te hacia falta sembrar, pero hubo un paro en el país que no se conseguía de nada… en los 90 y se puso todo muy difícil. Kiko [señalando hacia su esposo] no sembraba, Kiko trabajaba en un taller mecánico, jamás y nunca había sembrado [risas]… mi papá tampoco sembraba, mi papá era arriero y ahora siembra; él trabajaba con los mulos y nos crió a nosotros sin sembrar. Él no era campesino, después que él se retiró, cuando empezó el periodo especial que empezó la cosa más a ponerse más difícil, fue que entonces empezó a sembrar. Ahora mi papá tiene su arroz, su frijol, su maíz, tiene vianda, tiene la leche, tiene la grasa… él va a la tienda a buscar lo que es la sal y la azúcar, lo otro lo produce él. 
También nosotros ¡aquí mismo! tenemos las gallinas, los puercos, las verduras, el frijol… no tenemos que ir a comprar al mercado. El dinero te alcanza un poquito más porque no tienes que gastar en tantas cosas. Por eso mucha gente, mucha gente se ha volcado a lo que es la siembra; porque dieron esta opción, entregaron tierra al que quisiera coger tierras. Tú pedías un pedazo de tierra para trabajarla y ellos [el Estado] te daban para sembrar para ti y para llevar al mercado, para venderle también a la gente de la ciudad. Mira, en definitiva el periodo especial hizo que la gente se volcara a la tierra a producir, y eso ha mejorado mucho su alimentación y ha mejorado también su economía...

Kiko ¡ya tenemos la ensalada de la comida! 
(subtítulos en castellano, inglés y francés)   


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